La plataforma de Facebook fue lanzada al aire en 2004 por un grupo de jóvenes de Harvard liderados por Mark Zuckerberg. Thefacebook, como se llamó originalmente la red, comenzó sus actividades con usuarios de Harvard para luego extenderse a otras universidades norteamericanas, primero, y las de La India, Alemania, Israel y de otros países del globo, posteriormente.

En septiembre de 2006, sin pérdida de tiempo, Facebook rebasa los límites de las academias para comenzar a abrirse paso en el amplio mercado de los ciudadanos comunes de todo el mundo. Ha sido tan extraordinario el avance de “La Red Social” que ya para abril de 2016 Facebook contaba con más de 1,650 millones de usuarios en más de 140 lenguajes.

Era de esperarse que esa avalancha de usuarios de Facebook, provenientes de todas las latitudes, fuese acomodándose a los diversos patrones de comportamiento social y de consumo propios de sus identidades culturales. Y es así como Facebook ha venido creciendo y adaptándose permanentemente a la evolución constante de sus usuarios, en lo social y lo económico.

Hoy por hoy, Facebook satisface las necesidades sociales de sus usuarios mediante el desarrollo de (a) la plataforma personal, limitada a 5.000 contactos; (b) las necesidades de agremiación por causa de intereses comunes mediante el manejo de los “grupos”; y (c) los requerimientos del sector empresarial mediante su plataforma de “páginas” de negocios.

Esta diferenciación entre estas tres formas de difusión es esencial para no usar de forma incorrecta las herramientas que Facebook pone en nuestras manos. A continuación, citaré 3 formas impropias de usar Facebook que he observado con preocupación en mi andar por este mundo moderno:

  1. La Fotografía: Face-Book significa en español Cara-Libro, o sea, álbum de fotografías en buen cristiano. Es insólito ver que haya usuarios que a estas alturas del juego no coloquen su fotografía en la página individual o que coloquen una fotografía en traje de baño en la página de negocios. Hay que tener sentido común para interpretar adecuadamente el propósito de cada uno de los medios de Facebook.
  1. La Biografía: Personas que no valoran la importancia de Facebook como medio de difusión masiva se dan todavía el lujo de colocar el apellido antes que el nombre propio, o de sustituir su nombre por un sobrenombre o por el nombre de su empresa. Este tipo de usuario difícilmente sabrá incorporar adecuadamente la descripción de sus actividades al espacio que le corresponde en la red.
  1. Los Mensajes: El lenguaje virulento, la vulgaridad y la pornografía no tienen cabida en ninguno de los ámbitos de Facebook. De hecho, Facebook desarrolla sus mejores esfuerzos para impedir la publicación de contenidos dirigidos a perjudicar a personas e instituciones, así como aquellos que contribuyan a generar violencia o destrucción. El usuario-tipo que pretende usar a Facebook como un instrumento de desahogo de sus bajos instintos y frustraciones tiene muy pocas esperanzas de permanecer activo en la Red.

Como todo en la vida, debe ser el sentido común el que prevalezca en la buena utilización de Facebook para nuestro quehacer social o de los negocios. Desde diseñar con esmero el sitio personal, el del grupo o la página de negocios hasta cultivar cuidadosamente el texto y los gráficos que publiquemos le transmitirán una idea cabal a millones de personas de quienes somos y en lo que andamos.

Es tal la importancia de Facebook en nuestros días que nunca antes había existido tanta documentación escrita y grafica sobre individuos de la raza humana de tal magnitud como la que existe ahora. Por eso, si queremos dejar una huella positiva en la vida no debemos olvidar que, aun en Facebook, la autenticidad ejerce un magnetismo inevitable sobre nuestros semejantes.

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